A continuación de te hablamos de la importancia de un buen asiento para tu auto, tanto en el confort, seguridad y conectividad en cuanto a la lectura de tus signos vitales.

La silla del auto ha experimentado una evolución extraordinaria. Ha pasado de ser un mero elemento de seguridad pasiva a un sistema activo con protección personalizada. Tanto es así, que nos alertará de la posibilidad de un accidente y, en caso de producirse, los sensores biomédicos transmitirán datos sobre nuestro estado de salud a los equipos de emergencia, facilitando así una respuesta más eficaz.

Claro está, que no sólo se trata de un sistema de seguridad activa que previene accidentes, ya que algunos modelos pueden incluso avisar al conductor haciendo vibrar el asiento. También es un sistema de confort diseñado para una mejor conducción a través de una estructura ergonómica que se adapta.

Hay modelos que memorizan la anatomía del ocupante, reduciendo la fatiga muscular a través del soporte lumbar, e incluso pueden proteger los efectos de las vibraciones con su acolchado absorbente, calefacción y ventilación.

Por otro lado, el asiento como seguridad pasiva o secundaria trata de minimizar el daño de los ocupantes en caso de accidente. Aunque son muy sólidos, su estructura admite cierto grado de deformación programada para determinados impactos, como los frontales: evita que el cuerpo se deslice hacia delante y hacia abajo en caso de colisión, lo que se conoce como efecto submarino.

Por ello, es muy importante no colocar sobre el asiento ningún elemento que favorezca el deslizamiento del cuerpo, como colchonetas, cojines o ropa. Sus acolchados absorben una parte importante de la energía que se libera en el accidente, que junto con el protector cervical y el cinturón de seguridad protegen eficazmente la columna.

Asimismo, otros tienen cámaras laterales que se inflan para mejorar el soporte lateral en caso de colisión. Los hay que pesan previamente al ocupante, mientras se aprieta el cinturón de seguridad para tomar sus medidas corporales, todo ello para calibrar el airbag en caso de que haya que activarlo en caso de accidente.

Actualmente se trabaja en respaldos con amortiguadores, para evitar fracturas vertebrales en caso de salirse de la pista.

 


Finalmente, los sensores biomédicos que se pueden incorporar a los asientos, como elementos de seguridad adicionales. Y es que en la actualidad es posible monitorizar la frecuencia cardíaca, por ejemplo, lo que permitirá a los servicios de emergencia enviar datos médicos de los ocupantes una vez producido el accidente. Esto será algo que apreciará mucho tu compañía de seguros de auto y seguros de salud.

Realmente, aunque los asientos son una maravilla de la ingeniería, todo indica que su principal función volverá a ser la comodidad, ya que los sistemas anticolisión y de conducción autónoma conseguirán evitar la mayoría de los accidentes.

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